Calendario (Reflexiones):

Desde siempre, el humano miró el esconderse del sol en el horizonte provocando la noche estrellada...
...................
.....
...y siempre confió en el nuevo amanecer del gran dios Sol...
...
.
...el tiempo ya estaba inventado...
...pero el humano a ese ciclo solar lo llamó día...
...........
....
.
...también se dió cuenta de que la gran bola de fuego se escondía en lugares diferentes del horizonte...
...y tuvo que inventar los meses y los años...
...
.
...y apareció el calendario...









...en un primer momento...
...gigantescos cúmulos de piedras orientadas se convirtieron en los primeros calendarios...

..........
.









...grandes piedras fueron habilmente talladas...
...
.
...los días, los meses, los años, las estaciones...
...todo fue encajado...
........
...
.








........
...
.
...el humano fue siempre un ser superorganizado que disfrutaba de saberse ubicado en cada momento, sabiendo el día, la hora, el minuto exacto en el que se encontraba...
......
...
.









...y yo me pregunto...
...........
....
.
"Tan civilizados que somos, ¿Qué hacemos con un calendario tan totalmente descuadrado como el nuestro, que no respeta ninguno de los ciclos sagrados de todos nuestros ancestros?"...
.......................
.......
.
"¿A qué viene acabar el fin de año el 31 de diciembre, en mitad del frío, recien acabado el solsticio de invierno?"...
...Ya que el febrero es el mes escoba que barre las imperfecciones y se dilata y encoje segun los años bisiestos...
...¿No es más lógico pensar que el fin de año se debería celebrar el último día de febrero, tras el reajuste?
...aun nos quedan vestigios en el calendario actual de esa época en que se respetaban los ciclos...
...los meses ...SEPtiembre, OCTubre, NOViembre, DICiembre...
...¿No nos recuerdan a SEPtimo, OCTavo, NOVeno, DÉCimo?...
...11, 12, enero, febrero...
...
.............
....
.
...¿Y no es más lógico hacer la gran fiesta de la primavera "el echinochi" recien comenzado el año?...


...Sería una manera (jeje) de romper un poco ese espíritu navideño de la compra compulsiva, con la consecuente cuesta de enero, febrero, y mientras dure...